¿Cómo atraer fieles en una sociedad que, como admite Elie Barnavi, se ha vuelto ciega al hecho religioso e insensible a lo sagrado?
Una forma tan creativa como interesante de fidelización y atraer nuevos fieles a la iglesia fue la realizada por las jornadas de arte “Record’art” en Cadaqués (Girona), la población de la Costa Brava reconocida por su enorme belleza y por inspirar al maestro del surrealismo, Salvador Dalí, y a grandes artistas de y creativos venidos de todo el mundo que desde hace décadas presentan aquí sus obras de arte.
Los organizadores de la muestra renunciaron a una estrategia de comunicación clásica y optaron por un reclamo visual de alto impacto y original planteamiento. Un claro ejemplo de fidelización en la sociedad hipermoderna.
Para promover las jornadas, el artista irlandés Sean Scully (Dublín, 1945) cedió en primicia la obra “Cecilia” y se instaló en la Capella Fonda de la Iglesia de Santa Maria, donde fieles y no fieles debían acudir si querían contemplar la obra del artista invitado durante los días de las jornadas. La exclusiva muestra de la obra de Sean Scully, situada en el centro de un lugar sagrado, fue la clave que hizo aumentar el número de visitantes a la iglesia.
Scully, discípulo de Henri Matisse, Piet Mondrian y Mark Rotko, presenta en esta monumental obra realizada sobre plancha de aluminio, de casi dos metros de ancho y tres de alto, disposiciones de ritmos, bloques de color y superposiciones progresivas capaces de transmitir ilusiones ópticas, sensaciones de movimiento y relieve, y, sobre todo, de atraer nuevos fieles.